Las contrataciones en el Congreso siguen generando polémica. Esta vez, el congresista Jorge Zeballos Aponte, representante de los peruanos en el exterior por Renovación Popular, ha incorporado a su despacho a Josué Coz, quien postuló al Congreso con el Frente Amplio, partido de izquierda liderado en su momento por Verónika Mendoza. Coz ocupará un cargo administrativo dentro del despacho de Zeballos, sumando un nuevo lazo con la izquierda dentro de una bancada que se presenta como defensora de valores conservadores y de derecha.

Esta contratación no es un hecho aislado. Hace unas semanas, la congresista Cheryl Trigoso, también de Renovación Popular, fue cuestionada por incluir en su equipo a un personaje con vínculos con la izquierda. Ahora, con la decisión de Zeballos, se refuerza la preocupación sobre la influencia de sectores progresistas dentro de una agrupación que, en teoría, se opone a esas ideologías.

Las interrogantes crecen: ¿se están infiltrando operadores de la izquierda en los despachos de la derecha? ¿Por qué congresistas de Renovación Popular continúan sumando a su entorno a figuras con pasado político en agrupaciones contrarias a su doctrina?

Este hecho reaviva el debate sobre los criterios de contratación en el Legislativo y la coherencia ideológica de algunos parlamentarios.